La sección Sistemas de la Revista CPIC Nº 463 analiza un estudio global que plantea la viabilidad de una matriz energética mundial basada íntegramente en energías limpias para 2050. Argentina, con sus recursos naturales y el rol estratégico de la ingeniería civil, podría posicionarse como líder regional en esta transformación.
Un ambicioso estudio liderado por la Universidad de Stanford presenta un escenario en el que el mundo podría abastecerse al 100 % con fuentes renovables hacia 2050. En ese contexto, Argentina se perfila como una nación con alto potencial, gracias a la riqueza y diversidad de sus recursos energéticos, en especial la energía eólica y solar.
La Patagonia y la provincia de Buenos Aires concentran los mayores vientos del país, lo que permitiría cubrir, en conjunto con parques eólicos marítimos, hasta el 50 % de la demanda energética nacional. A su vez, la energía solar —a través de instalaciones a gran escala, sistemas domésticos y edificios públicos— podría cubrir más del 39 % del consumo total.
La transición también contempla aportes complementarios de la energía hidroeléctrica, marina, geotérmica y de olas, y representa una oportunidad no solo ambiental sino también económica. El reemplazo de la matriz fósil actual por renovables permitiría reducir la contaminación y las enfermedades vinculadas al uso de hidrocarburos, a la vez que impulsaría la generación de nuevos empleos verdes. Sin embargo, este cambio también implica desafíos, como la reconversión laboral de miles de trabajadores de sectores tradicionales, lo que exige políticas públicas de transición justa y programas de formación en energías limpias.
La ingeniería civil se encuentra en el centro de esta transformación. Su intervención será clave en el diseño, planificación y ejecución de infraestructuras capaces de soportar tecnologías eólicas, solares, hidroeléctricas y geotérmicas. La construcción de parques, redes de distribución, estaciones de almacenamiento y mantenimiento requerirá soluciones innovadoras, materiales eficientes y metodologías adaptadas al nuevo paradigma energético. En este sentido, la ingeniería civil no solo acompañará el cambio, sino que deberá liderarlo.
La plataforma interactiva desarrollada por el equipo de Stanford, disponible públicamente, permite explorar el modelo proyectado para cada país, brindando una herramienta útil para gobiernos, empresas e instituciones educativas. Allí puede observarse el rol protagónico que podría asumir Argentina, no solo por su dotación de recursos, sino también por la capacidad profesional de sus cuadros técnicos.
La transición hacia un modelo energético sostenible exige visión estratégica, inversiones inteligentes y cooperación multisectorial. La ingeniería civil tiene el conocimiento y la experiencia para encabezar este proceso, construyendo un futuro en el que Argentina aproveche sus fortalezas naturales para liderar regionalmente el cambio hacia un planeta más limpio, resiliente y justo.
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