El artículo «Biomasa», reproducido en la sección Aportes de Revista CPIC 461, aborda la biomasa como una fuente energética renovable basada en el aprovechamiento de la materia orgánica. Esta forma de energía abarca un amplio conjunto de materiales, desde residuos agrícolas y forestales hasta lodos y desechos industriales.
La biomasa se puede transformar en calor y electricidad mediante procesos como combustión, digestión anaerobia, gasificación y pirólisis.
Entre sus ventajas, la biomasa se destaca por su capacidad de generar energía gestionable a partir de recursos renovables, valorizar residuos peligrosos y promover empleo en áreas rurales. Además, puede contribuir a mitigar problemas ambientales al reutilizar materiales que de otro modo generarían emisiones contaminantes o incendios.
Los sistemas de biogás, basados en la descomposición de residuos orgánicos, son una alternativa valiosa para la generación de energía térmica y eléctrica en sectores como la agricultura y la industria.
La biomasa tiene potencial de desarrollo en Argentina, donde sectores agropecuarios pueden aprovechar sus propios residuos para generar energía y reducir costos.
La eficiencia de la combustión de biomasa es un aspecto clave, y tecnologías como las estufas Rocket representan una opción altamente eficiente para la calefacción doméstica e industrial, aprovechando residuos de madera y otros materiales de descarte.
En resumen, la biomasa ofrece una solución energética sostenible que no solo proporciona energía, sino que también ayuda a resolver problemas ambientales y sociales, especialmente en regiones rurales.
Es posible acceder a Revista CPIC Nº 461 desde este link.