“Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, terminarás formando parte de ella”
Joan Baez
Para crear conciencia contra la corrupción y difundir el valioso papel de la Convención de las Naciones Unidas a la hora de luchar contra ella y prevenirla, la Asamblea General del citado organismo designó el 9 de diciembre como Día Internacional contra la Corrupción. El mismo tiene por objetivo poner de relieve el vínculo crucial entre la lucha contra la corrupción y la paz, la seguridad y el desarrollo.
El combate contra este delito es un derecho y una responsabilidad de todos, y sólo a través de la cooperación de cada una de las personas e instituciones superaremos el impacto negativo de este flagelo. Los Estados, los funcionarios públicos, los agentes de la ley, los representantes de los medios de comunicación, el sector privado, la sociedad civil, el mundo académico, el público y, especialmente, las y los jóvenes, representan un papel trascendental para unirnos contra la inmoralidad.
El mundo actual se enfrenta a algunos de sus mayores retos para muchas generaciones, desafíos que amenazan la prosperidad y la estabilidad de los pueblos de todo el planeta. La plaga de la corrupción se entrelaza en la mayoría de ellos. Esta verdadera lacra muestra negativas repercusiones en todos los aspectos de la sociedad, y permanece profundamente vinculada a los conflictos y la inestabilidad, poniendo en peligro el desarrollo social, económico, institucional y el Estado de derecho.
El envilecimiento no sólo sigue al conflicto, sino que constituye una de sus causas fundamentales. Alimenta los antagonismos e inhibe los procesos de paz, al agravar la pobreza, facilitar el uso ilícito de recursos y proporcionar financiación para fines ilegales.
La corrupción conforma un complejo fenómeno social, político y económico que afecta a todos los países. Atrofia el desarrollo económico, al desalentar la inversión extranjera directa y a las pequeñas empresas nacionales, a quienes les resulta imposible superar los gastos requeridos por la corruptela.
La prevención de este mal, el fomento de la transparencia y el fortalecimiento de las instituciones son aspectos clave para destruir a este gran monstruo.
Gobiernos, el sector privado, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación y ciudadanos de todo el mundo, unen fuerzas para combatir el delito.
Nuestro Consejo Profesional de Ingeniería Civil, desde hace 11 años, presenta una Jornada de Ética y Lucha Anticorrupción, en la cual disertantes de primer nivel analizan esta problemática, con la firme convicción de exponer el tema y arribar a soluciones concretas para enfrentar este flagelo, que tanto ha denigrado a la industria de la construcción de nuestro país, generando vergüenza y el deterioro de la calidad de vida de nuestros conciudadanos, con obras imprescindibles que jamás llegaron a concretarse y, en muchos casos, se llevaron la vida de hermanas y hermanos argentinos.
Digámoslo bien fuerte: ¡La corrupción mata!