Este texto, elaborado por la Academia Nacional de Ingeniería (ANI), forma parte del estudio titulado “La planificación del desarrollo de la infraestructura del país”, destacado en la sección Análisis de Revista CPIC Nº 460. El mismo examina los distintos planes aplicados en Argentina durante los últimos 75 años.
Un plan debe estar enmarcado dentro de una visión amplia y una estrategia de desarrollo del país o del territorio en cuestión. Estas estrategias deben considerar la interdependencia con otros países, especialmente con los vecinos.
Planificar implica organizar, armonizar y coordinar decisiones futuras con visión y empatía. Es esencial para asegurar la coherencia y optimizar el uso de los recursos. La planificación gubernamental abarca áreas específicas relacionadas con la inversión, los servicios y la regulación de monopolios naturales y técnicos. Esto es no sólo compatible con una economía de mercado, sino fundamental para proporcionar previsibilidad y confianza a los agentes del sector privado.
Se ha avanzado considerablemente en modelos de concesión y tercerización, que facilitan la canalización de capital privado hacia obras de infraestructura como carreteras, autopistas, centrales eléctricas, vías navegables, proyectos de riego, control de inundaciones, redes de transmisión, aeropuertos, entre otros. No obstante, la decisión sobre la ubicación, el momento y la prioridad de estas obras recae en el gobierno, ya sea nacional o local.
Estas decisiones pueden tener efectos significativos en el territorio, la sociedad y el medio ambiente. A menudo, los costos y deseconomías para la comunidad superan el alcance de los inversores privados. Los planes detallan los criterios que establecen el marco macroeconómico, político y regional.
Revista CPIC Nº 460 puede consultarse en el siguiente link.