El Ing. Civil José Girod, presidente del Consejo Profesional de Ingeniería Civil (CPIC), plantea en el espacio editorial de Revista CPIC Nº 465 una mirada propositiva sobre el papel de la ingeniería como motor de desarrollo y esperanza.
El Ing. Civil José Girod, presidente del CPIC, desarrolla en la Revista CPIC Nº 465 una reflexión estratégica sobre el rol decisivo de la ingeniería en el desarrollo argentino. Frente a un escenario desafiante, sostiene que los profesionales deben anticipar tendencias, promover soluciones innovadoras y sostener una planificación que priorice el bien común, para construir un país más equilibrado, moderno y con oportunidades reales para todas las comunidades.
En este marco, las obras de infraestructura —tanto los grandes proyectos como las intervenciones cotidianas y muchas veces invisibles— resultan esenciales para unir territorios, reducir brechas sociales, robustecer la producción y garantizar condiciones de vida dignas. Cada camino rural, planta de agua, puerto, defensa contra inundaciones o sistema de saneamiento representa una inversión en el futuro y una herramienta concreta para superar el estancamiento histórico.
Girod remarca la necesidad de abandonar la lógica de obras aisladas y avanzar hacia políticas de Estado sostenidas en el tiempo, con prioridades claras, mecanismos de control transparentes y criterios de eficiencia en el uso de los recursos. Este enfoque requiere la articulación entre inversión privada, capacidades técnicas y experiencia profesional, donde la ingeniería civil aporta un conocimiento indispensable para planificar y ejecutar proyectos de alto impacto.
Desde el CPIC, se impulsa recuperar una mirada federal, responsable y contemporánea sobre el territorio argentino, priorizando iniciativas que transformen la vida de las personas: saneamiento en áreas vulnerables, caminos que movilizan economías regionales, viviendas de calidad, sistemas de riego innovadores, accesos seguros a escuelas y centros de salud, siempre integrando criterios de sostenibilidad, resiliencia y adaptación climática.
La comunidad técnica no es ajena a la realidad nacional; es parte activa de ella. Por eso, los ingenieros e ingenieras tienen la responsabilidad de proponer, debatir, generar consensos y advertir sobre riesgos, promoviendo soluciones creativas y duraderas.
El CPIC continuará fortaleciendo la formación continua, el diálogo con instituciones, la cooperación con universidades y la articulación con organismos nacionales e internacionales, para potenciar el valor público de la disciplina.
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