“Los trenes son maravillosos. Viajar en tren es ver la naturaleza y
los seres humanos, pueblos, iglesias y ríos, de hecho, es apreciar la vida”.
Agatha Christie
El “Día del Ferrocarril Argentino” es una efeméride que recuerda la inauguración, el soleado domingo 30 de agosto de 1857, de la primera línea ferroviaria del territorio el cual, por entonces, se dividía entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires. El viaje inaugural cubrió, en 35 minutos y a 20 km/h, el trayecto desde la actual Plaza Lavalle de la ciudad de Buenos Aires hasta la estación La Floresta. La travesía fue protagonizada por “La Porteña”, una pequeña locomotora fabricada tres años antes en Gran Bretaña, la cual había realizado meses antes pruebas exitosas, siendo operada en la ocasión por los hermanos Juan y Thomas Allen. Al llegar al pueblo de San José de Flores, el tren inaugural fue saludado por todo el pueblo reunido en las inmediaciones, mientras la banda del 2 de Línea, allí estacionada, tocaba la Marcha de Lavalle.
La historia nos cuenta que el 25 de diciembre de 1856 arribaba al puerto de Buenos Aires la primera locomotora destinada al flamante ferrocarril. Había sido fabricada por la compañía The Railway Foundry Leeds, en Inglaterra. Raúl Scalabrini Ortiz escribió: “Había sido construida para la India y empleada en el sitio de Sebastopol, durante la guerra de Crimea. La difusión de la trocha ancha entre nosotros (poco habitual en el mundo) se debe a esa circunstancia fortuita”. Otros creen que la máquina vino directamente desde Inglaterra, sin pasar por la península de Crimea. No obstante, “La Porteña” permaneció en servicio en la línea del Oeste, hasta el año 1890, cuando el Gobierno vendió la empresa a una compañía particular que la utilizó para maniobras durante diez años. Posteriormente, pasó a los talleres del ferrocarril en Liniers, debido a que una cláusula especial no la encontraba comprendida en la venta, por considerársela una “reliquia histórica”.
El impacto generado por el viaje inaugural fue tal que varias de las personalidades públicas de esos años quisieron realizar el recorrido, a efectos de vivenciarlo en primera persona. Una de las más destacadas fue Valentín Alsina, por entonces, gobernador de Buenos Aires. Lo acompañaron Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Dalmacio Vélez Sarsfield y Estanislao del Campo, entre otras figuras. Durante uno de los viajes de prueba, ocurrido en el mes de junio de 1857, los mencionados Valentín Alsina y Bartolomé Mitre, junto con otras figuras de la sociedad que permanecían a bordo de “La Porteña”, tuvieron la suerte de no salir lastimados ante el leve descarrilamiento sufrido por la locomotora.
En la actualidad, “La Porteña” puede apreciarse en el Museo de Transportes que forma parte del Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo, ubicado en la ciudad de Luján, provincia de Buenos Aires.
Desde el Consejo Profesional de Ingeniería Civil extendemos nuestras felicitaciones a las/los ingenieras e ingenieros que trabajan para dotar de más vías férreas a nuestro país, transporte clave para el movimiento de los productos y servicios exportados y para el tránsito de nuestros compatriotas a través de los kilómetros que nos distancian en la vasta geografía argentina.