En la sección Aportes de Revista CPIC Nº 462, se presenta el artículo «270 Park Avenue: Estructura Moderna para un Lugar de Trabajo Moderno», que detalla la impresionante ingeniería detrás de la nueva sede corporativa de JPMorgan Chase en Manhattan.
Este rascacielos, que alcanzó su altura máxima en noviembre de 2023, se ha convertido en el edificio de acero más grande de Nueva York, con 423 metros de altura y 60 pisos, redefiniendo los estándares estructurales y de diseño urbano.
Ubicado en una manzana completa entre Park Avenue, Madison Avenue y las calles East 47th y 48th, el nuevo edificio reemplaza la antigua sede de Union Carbide, optimizando el espacio para albergar más de cuatro veces la cantidad de empleados en comparación con su predecesor. Su diseño innovador no sólo maximiza el uso del terreno, sino que también duplica el espacio exterior a nivel del suelo, integrando una plaza pública y áreas verdes.
Desde el punto de vista estructural, el proyecto enfrentó desafíos sin precedentes debido a la presencia de Grand Central Terminal y Grand Central Madison bajo el sitio de construcción. Para resolver la compleja cimentación sobre una red ferroviaria activa, el equipo de ingenieros, liderado por Severud Associates, diseñó un innovador sistema de transferencia de cargas denominado «Mesa», compuesto por supercolumnas, vigas de transferencia y arriostramientos diagonales. Este sistema distribuye eficientemente las cargas del edificio a puntos estratégicos sin comprometer las infraestructuras subterráneas existentes.
Uno de los hitos del proyecto fue el desarrollo de un hormigón de ultra-alta resistencia de 16.000 psi, utilizado para garantizar la estabilidad de los cimientos. Mediante rigurosas pruebas y ajustes en la mezcla, se logró una solución que no sólo cumplió con los exigentes requisitos estructurales, sino que también redujo la huella de carbono del material.
El sistema estructural lateral del rascacielos combina un núcleo arriostrado, vigas de outrigger y macro-arriostramientos en forma de diamante, logrando un equilibrio óptimo entre rigidez y flexibilidad.
Para mitigar los efectos del viento y la vibración inducida por los trenes que pasan debajo, se incorporó un amortiguador de masas sintonizado de 280 toneladas, garantizando confort y estabilidad en los niveles superiores del edificio.
La construcción de 270 Park Avenue representa un referente en ingeniería estructural y sustentabilidad, con soluciones innovadoras que redefinen el diseño de rascacielos en entornos urbanos complejos.
Es posible acceder a este artículo completo y mucho más en Revista CPIC Nº 462.