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14 DE FEBRERO | Día Nacional del Agua y la Energía Eléctrica

“Nadie diga que el cambio no fue bueno. Se han de conocer las fuerzas del mundo para ponerlas a trabajar, y hacer que la electricidad que mata en un rayo, alumbre en la luz”

José Martí

Con el objetivo de promover el uso de fuentes alternativas y disminuir la utilización de energías no renovables, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinó el 14 de febrero de 1949, la conmemoración del “Día Mundial de la Energía”.

Históricamente, la energía ha sido un componente esencial para el desarrollo humano. El comercio, la industria, el transporte, la construcción, la vida cotidiana misma, dependen de una fuente energética como condición imprescindible para su funcionamiento. En suma, la energía constituye el principal motor de las grandes urbes y la calidad de vida de sus ciudadanos. Sin embargo, tras miles de años de explotación y desarrollo de conocimiento en materia energética, el actual sistema se enfrenta a factores que obligan a repensar el modelo energético vigente. La utilización de fuentes energéticas no renovables y las técnicas dispuestas para su extracción, según la ONU, son responsables en un 60% de la emisión de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático, razón por la cual, la organización alienta la generación de energía limpia.

En el año 2015, se sancionó en Argentina la Ley Nº 27.191 para el fomento de fuentes renovables en la producción de energía eléctrica. La ley fijó como meta, para fines de 2018, que el 8% de la producción eléctrica argentina derivara de fuentes renovables. Dichos objetivos no se cumplieron, sin embargo, se continúan llevando a cabo esfuerzos tendientes a cumplimentar esas metas. Por caso, el Instituto de Investigaciones en Energías No Convencionales (INENCO, CONICET-UNSa) formaliza las gestiones necesarias para instalar el primer generador solar térmico en los Valles Calchaquíes, provincia de Salta, lo que permitirá aprovechar la potencialidad de la zona la cual asciende a más de 2.800 kW por hora por m2 al año. En paralelo, investigadoras e investigadores distribuidos en distintos puntos del país, trabajan en la proliferación de energías renovables, como la solar térmica y fotovoltaica, eólica, hidrógeno, biodiesel, biomasa y litio, entre otras.