“Como mujer y científica espero, sinceramente, que el haber recibido el Premio Nóbel envíe un mensaje a las mujeres jóvenes de todas partes: Las puertas están abiertas para ellas y deben perseguir sus sueños”
Linda B. Buck
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de febrero como “Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia”, en reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y tecnológica. En su resolución del 22 de diciembre de 2015, el órgano de las Naciones Unidas, donde se encuentran representados todos los Estados Miembros, aprobó una resolución la cual reconocía las iniciativas llevadas a cabo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y otras organizaciones competentes, para apoyar a las mujeres científicas y promover el acceso de mujeres y niñas a la educación, la capacitación y la investigación en los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
Las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas respecto de sus colegas masculinos y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres. En campos de vanguardia como la inteligencia artificial, solo una de cada cinco profesionales es mujer. A pesar de la escasez de competencias en la mayoría de los campos tecnológicos que impulsan la Cuarta Revolución Industrial, las mujeres continúan representando sólo el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% de los licenciados en informática y computación. Las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor pagadas. Su trabajo permanece poco representado en las revistas de alto nivel, y a menudo, no se las considera para los ascensos.
La igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en la comunidad científica y tecnológica contribuirá, decisivamente, al desarrollo económico, social y ambiental del mundo.