CPIC

EnglishPortuguêsEspañol

La opinión del CPIC en los medios

El pasado martes 3 de diciembre, en la columna “LA 0.3” del periódico de Arquitectura ARQ del diario Clarín, se publicó un artículo en el que el ingeniero civil Luis Perri expresó su opinión sobre el lamentable problema de los derrumbes ocurridos en obras en ejecución. En su texto, el entonces presidente del CPIC, detalla los alcances de esta problemática y las acciones necesarias para enfrentarla. Reproducimos una síntesis del mencionado artículo.

El Consejo Profesional de Ingeniería Civil (CPIC) ha manifestado reiteradamente su profunda preocupación por los incidentes de fallas, derrumbes y colapsos que se vienen sucediendo durante la construcción de obras en la ciudad. Esta inquietud ha sido trasladada tanto al Poder Ejecutivo como al Legislativo. Estos episodios, lejos de ser aislados, se han repetido con alarmante frecuencia, afectando personas y bienes, incluyendo en algunos casos pérdidas humanas y, en otros, daños a propiedades vecinas o a las mismas obras en construcción.

Estos hechos evidencian la necesidad urgente de implementar medidas que aseguren mayor seguridad en el proceso constructivo, protegiendo así a la sociedad de las consecuencias de una supervisión técnica deficiente. Desde su rol institucional, el CPIC trabaja incansablemente en la concientización, asesoramiento y capacitación de sus profesionales, subrayando que una actuación técnica adecuada no sólo impacta en la calidad de las obras, sino que también tiene repercusiones administrativas, legales, técnicas y económicas.

El CPIC destaca la importancia de una profesión no sólo técnicamente competente, sino también plenamente consciente de las implicancias de su intervención —o de su ausencia— en el proceso constructivo. La responsabilidad en la ejecución de obras debe asumirse con el compromiso y la seriedad que exige la disciplina, teniendo en cuenta que cada decisión puede tener consecuencias graves e irreversibles.

Asimismo, el Consejo subraya que garantizar la seguridad pública y el bienestar de los ciudadanos depende en gran medida de una legislación clara y robusta. Por ello, resulta esencial trabajar en conjunto con los poderes legislativo y ejecutivo para diseñar un marco legal adecuado a los desafíos actuales de la industria de la construcción.

Es indispensable que las etapas críticas de construcción, como demoliciones, excavaciones, fundaciones y submuraciones, cuenten con la supervisión permanente de un profesional habilitado, debidamente matriculado y autorizado por el Consejo o Colegio Profesional correspondiente. Esta presencia garantiza un control técnico continuo y una respuesta inmediata ante cualquier eventualidad, minimizando riesgos. Además, estas fases deben estar sometidas a revisiones periódicas realizadas por un profesional con experiencia específica, capaz de identificar y mitigar posibles problemas antes de que se conviertan en incidentes.

La adecuada documentación de las propiedades vecinas es otro aspecto fundamental para la seguridad. Es necesario que el Gobierno de la Ciudad facilite el acceso a los planos y demás información técnica de las fincas linderas mediante la presentación del título de propiedad de la obra nueva y la encomienda profesional correspondiente. Este conocimiento permite planificar medidas de mitigación efectivas y minimizar el impacto de las construcciones sobre las propiedades colindantes.

Por otro lado, los propietarios y ocupantes de las fincas vecinas deben colaborar permitiendo el acceso a sus propiedades al profesional acreditado, para realizar relevamientos técnicos exhaustivos y verificar el estado constructivo previo al inicio de las obras. Estas verificaciones, que deben estar documentadas y certificadas por un escribano público, son esenciales para garantizar la transparencia y prevenir conflictos derivados de daños potenciales.

La implementación rigurosa de estas acciones contribuirá significativamente a mejorar la seguridad en las obras de construcción, resguardando tanto a los profesionales de la disciplina como a los ciudadanos.

Desde el CPIC reafirmamos nuestro compromiso con la seguridad, la calidad y el ejercicio ético de la profesión. Continuaremos trabajando para que la ingeniería civil y las disciplinas técnicas relacionadas sean sinónimo de garantía, seguridad y bienestar para toda la sociedad.